Los especialistas de Cobionix, una subsidiaria de la Universidad de Waterloo en Canadá, han creado el primer robot del mundo capaz de administrar inyecciones intramusculares sin usar una aguja.
El sistema se llama Cobi y está diseñado para solucionar el problema de las colas de vacunación y revacunación en el contexto de la pandemia de coronavirus, y posteriormente será útil para el trabajo normal en las clínicas.
El robot detecta la presencia de una persona cuando entra en el campo de acción de sus sensores y fija su posición en el espacio. Una vez que se identifica a una persona, un sensor láser integrado en el "brazo" del robot lee las características constitucionales del paciente y dibuja un mapa en 3D de su cuerpo, determinando el lugar de la inyección. Solo después de eso, se descarga un frasco con una vacuna u otro medicamento inyectable desde una instalación de almacenamiento especial.
La inyección se realiza según la tecnología "sin aguja": se inyecta un chorro de alta presión en una piel que se abre del ancho de un cabello humano, penetrando a través de la piel y sin dejar marcas ni magulladuras.
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